Comenzaremos
primero por el concepto de identidad corporativa, la definiremos como
el conjunto de valores y principios que los empleados y directivos
asocian a la organización en la que trabajan, es decir, aquellos rasgos
esenciales que hacen a cada empresa diferente de las demás: su realidad,
sus productos, su marca, los clientes a los que sirven, su manera de
percibirse a sí misma y su comportamiento.
La
identidad corporativa es la representación o imagen que un espectador
tiene de una organización o de una empresa, no se trata sólo del
logotipo de la empresa, la identidad corporativa es la imagen que la
empresa transmite al exterior. La identidad corporativa abarca tanto
aspectos tangibles como son el diseño del logotipo y el diseño
gráfico corporativo, su logotipo, los elementos de comunicación
externa e interna, publicidad.
Muchas
empresas ignoran que para ser competitivas y enfrentarse con éxito al
cambio que el mercado exige, primeramente deben saber motivar al
talento humano, inculcarles una verdadera cultura corporativa para que
se sientan identificados y sean fieles a la organización .Y es
precisamente aquí donde la comunicación interna se convierte en una
herramienta estratégica clave para dar respuesta a esas necesidades y
potenciar el efecto de pertenencia de los empleados a la compañía.
Para
transmitir mensajes corporativos, informar sobre lo que ocurre dentro
de la empresa, motivar y establecer una línea de comunicación eficaz
entre los empleados, la dirección y los diferentes departamentos de la
empresa son algunos de los objetivos que persigue la comunicación.
La
organización además de ser productora de bienes debe ser emisora de
comunicación, por tanto, la definición y presentación de su identidad es
un factor muy importante. Una buena identidad corporativa da mayor
valor a la marca, la posiciona en el mercado distinguiéndose de la
competencia y hace que pueda ser fácilmente reconocida y recordada por
los consumidores.
La
identidad corporativa no es un instrumento más del marketing sino es
una estructura interna de comunicación que abarca toda la empresa y que
sirve para ofrecer interna y externamente una imagen global de la
compañía; la diferenciación y el posicionamiento son conceptos
estratégicos cuya importancia en un entorno competitivo viene dada por
la creciente homogenización en la oferta de productos y servicios,
derivada, a su vez, de la disponibilidad de tecnología y comunicaciones y
de la simultaneidad de procesos.
GARRIDO Francisco Javier, Comunicación Estratégica, Ediciones Gestión 2000, España